Una de las herramientas más eficaces para combatir las plagas agrícolas es el Control
Biológico, que consiste en utilizar fauna depredadora y parasitoide, así como
determinados microorganismos (bacterias, hongos), para controlar, e incluso erradicar,
determinadas poblaciones de organismos que afectan negativamente a los cultivos
agrícolas, como son los pulgones, la araña roja, la mosca blanca, etc., permitiendo de esta
manera la consecución de unas cosechas libres de residuos químicos. Más información
sobre el Control Biológico en https://www.biosur.es/
Pero para que ese Control Biológico de plagas sea todavía más potente recomendamos
la presencia de plantas reservorio tanto en el interior como en el exterior de las
explotaciones agrícolas, ya que el conjunto de esas plantas crea un ecosistema que atrae,
y mantiene, diferentes especies de fauna depredadora y parasitoide de plagas (en
definitiva, un “reservorio”, de ahí el nombre de plantas reservorio) en las inmediaciones
de los cultivos.
El propósito de la presente “Guía para la implantación de plantas reservorio en las
explotaciones agrícolas” es doble, por un lado, ayudar a los agricultores a que la
instalación de sus plantas reservorio culmine con éxito y, por otro lado, contribuir a que
nuestra Agricultura se desarrolle en armonía con el medioambiente de nuestro planeta.